sábado, 15 de febrero de 2014

LLÁMAME CINCO PARA LAS DOCE.


Llámame cinco para las doce.
Cuando el día no haya terminado, cuando la angustia por escucharnos sea mayor.
Cuando pensemos que todo esté perdido pero… siempre hay un espacio en cada corazón; yo por ti y tú por mí.
Llámame cinco para las doce.
Cuando  el sol esté durmiendo bajo el firmamento lleno de  estrellas. Cuando esté a punto de conocerse el desenlace de nuestra película. Llámame que quiero contemplarte con mis palabras de amor.             
Haz  vibrar  mi corazón con tu voz. Calma esta angustia al no saber de ti.
Llámame cinco para las doce.
Cuando los 300 segundos no hayan acabado y el día siga siendo uno de los siete a la semana.  Llámame cuando el silencio de la noche sea para nosotros dos. Cuando recuerdes mi mirada y esas horas locas sintiéndonos.
 Llámame.