miércoles, 24 de abril de 2013

PROMESAS DE AMOR


Nunca te voy a dejar,  siempre estaré contigo, moriré por ti si es  necesario, nunca te fallaré, no te preocupes mi amor  te prometo ser fiel. Mis sentimientos son para ti, lucharé por ti, en serio seré fiel, prometo hacerte feliz. No trataré, seré el que pinte tu vida de colores, te llamaré todos los días, te pensaré; mañana, tarde y noche. Estaré para ti, moriré por ti, contigo y a todas partes hasta el final. No, como crees mi amor, no es una promesa cualquiera, es la pura realidad.  Te abrazaré y besaré cuando te vea, para siempre juntos, seré detallista, me casaré contigo,   tu, y nadie más que tú, te trataré como nadie lo ha hecho.como una reina.  Algún día te llevaré a vivir conmigo así tus padres no quieran, serás mi vida entera, velaré por ti, juntos hasta viejitos, para siempre contigo.      
¿Cuantas promesas formulaste en  una relación?  ¿Cuántas cumpliste o cumplieron contigo?              
El enamorado(a) conquistador(a)  pretende- por no decir hace lo imposible-  ser inherente con sus promesas de amor. Mirada fija, manos juntas, y frente a cualquier lugar geográfico que sea capaz de acomodarse a la situación, para decir “te prometo”.
Yo, hace tiempo he decidido  no hacer promesas de amor. Estoy Viviendo  en un tiempo perturbado por  muchas historias del  desamor, tanto así que me enseñaron a no hacer más promesas. Sólo quiero  vivir el idilio de amor en un tiempo presente.          

Por consiguiente, pueden llegar esos  cambios apresurados que nos sorprenden,  ese destino voluble que minimice la relación. Ya que, como todos dicen: uno nunca sabe lo que puede suceder. Miramos al espejo y somos felices, cuando de pronto, volvemos a mirar y tenemos lágrimas mojando hasta nuestras pupilas.           
No quiero escuchar ¿y dónde se quedaron tus promesas de amor?     




No haré promesas, sólo seré feliz en un presente sin precedentes.

jueves, 18 de abril de 2013

EL ABUELO PEDRO.





Él,  sólo terminó la secundaria.   Pero su intelecto,  Pareciera  haberse  formado en las aulas de una universidad. Cuando cumplió los 18 años,  compró sus libros de mecánica y electrónica  y decidió educarse solo. Digamos que fue un autodidacta en busca de  la superación. En ese tiempo -1950-  apenas existían tecnológicos donde  asistía solo gente opulenta, fueron  años  donde todos carecían de posibilidades para solventar los mejores estudios. Por lo tanto, al igual que él, trabajar era el destino de todo alumno egresado de su centro educativo.        

Tiene rasgos  chinos y es delgado, le gusta bailar y cuando lo hace siempre sonríe. Sus lentes que contrarrestan la miopía,  aún tiene ese matiz que se acomoda a su rostro de ingeniosidad para hacer las cosas. La época y las circunstancias lo obligaron a seguir ese ritmo; trabajar y ser el sostén de su familia.     
Su padre se llamó Valentín y su madre Demetria, quienes lo criaron con esa arraigada costumbre de antaño, cero alcohol y cero parrandas. Tuvo una hermana llamada Graciela como mi madre, lamentablemente  ella murió cuando tenía 15 años.  En esos tiempos , los niños aún jugaban al trompo, empuñadas, y a las canicas.       Siempre me he imaginado al  abuelo Pedro, corriendo en  su barrio, sin lentes y quizás descalzo, aunque no sé si lo habrá hecho frecuentemente, y de esa manera.  Es así como emprendió su perseverante y difícil camino; lleno de trabajo y responsabilidades. Sobre todo, cuando se casó con doña Elena Benites- mi abuela- de cariño le decíamos mamá nena, un efusivo seudónimo que hasta sale de nuestro interior cada vez que nos acordamos de ella,  afectando nuestro  grado de sensibilidad  nostálgica  al recordarla.
A sus 80 años, Pedro es el abuelo ejemplo.  Su posición como patriarca de la  casa, lo convierte en la   unión familiar de  10 hijos y 22 nietos. Para ser sincero   confieso que ha sido la solución a muchos de nuestros problemas e inconvenientes de nuestros hogares, pues su ingenio, conocimiento y paciencia, denotan su capacidad para solucionar de forma efectiva, cualquier clase de  problemas. Todo esto lo  transforma en el  “Súper Pedro”  Con una llamada, por no decir señal. Pudo reparar la plancha, licuadora y sistema eléctrico en los diferentes hogares. Así como también, pudo darle  rienda suelta a sus conocimientos en las  empresas en las  cuales se ha desempeñado. Los ingenieros y trabajadores le decían  “don Pedro venga a solucionar este problema”  muy bien ya esta arreglado ¿y usted dónde se ha preparado? ¿Dónde estudió? Esas palabras de congratulaciones y grandes historias aún son transmitidas por él. Como nadie se lo imagina, tengo ese abuelo que aún conserva la ecuanimidad, sensatez y alegría, por tanto,  cada reunión familiar, es un ritual jocoso.

Para mi abuelito Pedro Barrientos, de su nieto Frank. 

domingo, 14 de abril de 2013

CUANDO CALLAMOS LOS HOMBRES.




Usted, no vaya a pensar  que esto es una de esas Tele lloronas mexicanas, tampoco la última película  “Retroceder nunca quejarse jamás”             
Es el silencio del macho, del varón, de la criatura, del ente, del semejante. De ese ser que también tiene sentimientos  y sabe amar. El hombre que  si alguna vez se quedó callado, fue  para complacerlas o verlas felices. Es por eso que, aunque ellas no lo sepan quiero manifestar esto  sin secreto a voces. Pues, también callamos.               
Si alguna vez  tú enamorado espera  fuera de tu  casa, una a dos horas consecutivas  junto al perro, sin pan ni agua. Soportando calor o frio, déjame decirte que es por amor. Quizás  fuiste generosa y saliste antes de tiempo pero fue para comunicarle: amor ahorita salgo, agregando más horas  al reloj de la intolerancia. Hasta que finalmente saliste de tu casa, después de tres horas y él guardó omisión, no dijo nada. “Pues es mentira” Nosotros los hombres callamos por  amor, pero en realidad el silencio de un hombre se podría traducir a:          
Amor estoy  con el poto arrugado y congelado de tanto esperar, ya casi me voy  (la última parte es mentira)

Pasa el tiempo y debes conocer a los padres de tu novia, por lo tanto las circunstancias te obligan, perdón, te llevan a conocer a ellos. La  posición de tu posible  suegro, siendo el hombre y padre de familia ejemplar es hasta el momento  apacible. Mientras la madre frunce su rostro en señal de aprobación, el padre se queda en silencio, de otra manera ese silencio puede ser interpretado como un análisis de la realidad amorosa de su hija. En el cual, la hija, enamorado y la esposa, esperan con tantas ansias y nerviosismo la respuesta.  Ese silencio  puede interpretarse como:
Maldición, mi hija se ha fijado en esto, más bonito está el perro (en ocasiones es cierta)
¿Por qué más callamos los hombres? Callamos cuando estamos en plena discusión de pareja, en esas riñas apunto de iniciar la tercera guerra mundial, nosotros pensamos y callamos. Pero ese silencio traducido al entendimiento se interpreta como:               
Amor  ya no quiero discutir si he tenido la culpa pues perdóname, jamás volveré a decirle cara de pitbull a tu papá, No siempre es así pueden ser otras discusiones (peleas por qué ellas jamás contestan el celular, se demoran en salir a pasear, son celosas, etc)   
Antes de escribir  esta entrada,  he preguntado a muchos hombres por qué callaron alguna vez y en su gran mayoría me respondieron que callaron por una justa razón, pero siempre es bueno decir lo que nos acontece. Si estoy equivocado,   Entonces empecemos a expresarnos sin mordaza  para que no haya malas  interpretaciones.



(Todas las imágenes de este blog, son extraídas del Internet. Excepto las fotografías del autor)

jueves, 11 de abril de 2013

SIN PERFECCIONES




Fui  a una  heladería  ubicada en pleno corazón de Piura.  Me he sentado queriendo escudriñar  la buena atención del local, y esas diferencias en sabores tropicales que tanto habla la gente. Llamé al mozo y le pedí  un helado de copa. Era el medio día, por lo tanto el refrescante helado  hace su tarea. Minimiza el calor insoportable.   


Todo sucedió luego de  diez minutos. Cuando ella ingresó y logró convertirme en un scanner humano, poco faltó para derretirme junto al helado. Acaso era ¿La mujer perfecta? ¿El sueño de todo hombre convertido en realidad? Despampanante sexy y deliciosa como mi helado de guanábana con vainilla y chispitas de chocolate. Pantalón jeans muy ceñido al cuerpo; permitiendo dibujar su figura espectacular,  en su mano derecha llevaba su bolso color  negro con detalles en la parte delantera, unos corazones brillantes. Su cabello crespo azabache se movía cada vez que se contorneaba, piel blanca y en su rostro mucho rubor.        
Mientras ella realizaba ese ritual para llamar la atención del sexo masculino. Llega un gran amigo llamado   Ruben; un hombre que toda su vida a buscado a chicas como ella – De portada-  Sin embargo, su realidad y soltería,  lo acompañan hasta para  ir al baño.     
Y es que a Rubén le gustan las mujeres con cuerpo de modelo; si fuera posible, rubias, ojos azules y despampanantes. Chicas de revista con grandes atributos.              
 De cierto modo a mi también me gustan, pero a comparación de Ruben. No me obsesiono, ni mucho menos creo en la perfección. Si buscamos toda una vida personas perfectas, jamás encontraríamos una, por más que el físico reluzca  junto al dinero. Todo esto va originando ideas fantasmales, haciendo que nuestras oportunidades se vayan para siempre.
En  nuestro paso por la academia, a Ruben se le enamoró una chica morenita piel canela. Quien no demoró ni medio día en decirle que  no.  Lo mismo pasó con María angélica quien no dudo en contarme que no le gustaba, pues  la chica no tenía un buen trasero. Rechazó a Viviana por tener los senos como dos limoncitos, según el a Martita por tener boca de tiburón. Etcétera, etcétera. 

Quizás esta sea  la manera de perder oportunidades en estos tiempos. Nos dejamos llevar por las revistas de moda publicitaria, o por la  televisión, quien  nos introduce en nuestra  cabeza, la “perfección”  de mujeres y hombres. Suprimimos los sentimientos y pensamos  en que no podemos estar bien, si ellas(os) aparecen “perfectos”.                  
Creo que no existen personas perfectas, tampoco debemos buscarlas. Lo cierto es que existirán algunas personas de las cuales jamás pensaste enamorarte, y es que con el amor todo puede suceder. Tal vez cuando Ruben logre enamorarse de verdad y ver más allá de su rubia debilidad, comprenderá que muchas veces las perfecciones no existen en las personas. 


La perfección del amor es morir por amor.    
(Denis de Rougemont)

(Todas las imágenes de este blog, son extraídas del Internet)
 


jueves, 4 de abril de 2013

ASPAVIENTOS DE AMOR.





Mary es una de esas mujeres  que sigue el protocolo de  dama aristocrática, muy recta  en sus ideas y un claro ejemplo de superación para sus hermanos. Guapa y elegante, no aguanta pulgas.  Así la criaron y formaron  sus  padres desde que tenía uso de razón, cuenta ella. A sus 35 años sigue con su profesión de enfermera. Por otro lado está   José, que es lo apuesto, la otra  cara de la moneda. Apenas terminó la secundaria y su oficio de chofer lo han llevado a duros cuestionamientos con la familia de Mary. Sobre todo sus cuñadas, quienes también lo llaman “ el rapidito”, un seudónimo que lo lleva desde que tenía 19 años; cuando jugaba  al fútbol  en el colorido barrio  de los jazmines. Siempre reclamaba, nunca le gustaba perder. Con sus pantalones similares al chavo del ocho,  unos cuantos huecos en su camisa y con un kilo de tierra en la cabeza jugaba sin descansar. A demás se creía el más osado conquistador, hasta que un día lo encontraron despojado de sus prendas de vestir y en poses comprometedoras con la hija de su jefe, en el  antiguo trabajo como ayudante de mecánico. Corrió asustado y  desnudo,  tapándose   la rabadilla hasta llegar a su casa.
Cuando José ya era adulto, en uno de sus viajes conoció a Mary. Transcurrió  el tiempo, y muchos nos quedamos sorprendidos con la noticia,  ellos se enamoraron y hasta se casaron. Así fue, se enamoraron y se casaron. Ahora José  es un hombre  responsable, entregado a su familia por un futuro mejor, hasta tiene planes de crear su tienda de repuestos para autos y mototaxis.  
“El amor nos cambia”.  Es como un aspaviento, una demostración de amor. Ejemplo de aquello fue: cambiar la colonia coquito por un perfume de 80 soles.  El propósito  era  que ella, con su hermosa nariz. Olfateara  cada rincón de mi cuerpo haciendo nuestro encuentro agradable. Cambiar los zapatos viejos y arrugados por unos nuevos y bien lustrados.      
 El amor nos vuelve ávidos, conquistadores, detallistas, poetas, cantantes, atléticos. Nos adaptamos y aceptamos un  mundo nuevo.                                
 El amor nos vuelve ingeniosos, en el mes de febrero cuando el amor celebra su día. Buscaste la manera cómo sorprender a tu enamorad(a). Pasaste duras noches en vela tratando de elaborar el mejor regalo, pintaste, coloreaste y adornaste tu tarjeta. Así es el amor nos cambia.  
Antes no te peinabas y  a veces te bañabas, ahora en estos tiempos, hasta te pones calzoncillos. Es un ejemplo cómo el amor nos  cambia. La mágica sensación  de saber que alguien esta cerca a ti para sentirte  único y especial. El amor nos cambia o por qué no decirlo,  nos ayuda a mejorar.