Hay días donde la gente amanece con una sonrisa
pegada hasta las orejas, como respirando
flores en un campo primaveral; lo cual permite días de alegría.
Tal vez esa mañana amanecí no precisamente rodeado en un campo de flores, sino entre ropa y cuadernos, envuelto en sabanas, similar a una momia petrificada. Tal vez no pude dormir plácidamente porque tuve un insomnio de dos horas interrumpiendo mis sueños. No obstante, debía cambiarlo todo; despejar el cielo gris y las nubes cargadas de tempestad, así que me dispuse un trance de reflexión, solo así pudieron brotar esperanzas para tener un día mejor.
El tiempo devoraba mí tiempo, el reloj apresuraba su paso, y cuando era las 6:45 AM me convertí en el hombre veloz. Tanto así que me bañé y apenas me peiné. Luego, cogí mis cosas y enrumbé a la universidad.
De pronto sentí que todo ese momento amargo cambió, en perspectivas positivas. Pasaba por las calles y esquinas cuando de pronto, todas las chicas me miraban y sonreían.
Fruncí mi rostro y miré al suelo, primero fue extraño, porque no entendía ese grado de simpatía tan repentino, todo ese momento me llevó a desprender una sonrisa. Era la primera vez que todas las chicas me sonreían de esa manera. Mi suerte había cambiado. Me Sentí el soltero más codiciado, deseado, ansiado, apetitoso, un hombre semental en potencia y más. Extasiado por la admiración de las damas, casi me transformo en un bailarín como Jhon Travolta.
Tal vez esa mañana amanecí no precisamente rodeado en un campo de flores, sino entre ropa y cuadernos, envuelto en sabanas, similar a una momia petrificada. Tal vez no pude dormir plácidamente porque tuve un insomnio de dos horas interrumpiendo mis sueños. No obstante, debía cambiarlo todo; despejar el cielo gris y las nubes cargadas de tempestad, así que me dispuse un trance de reflexión, solo así pudieron brotar esperanzas para tener un día mejor.
El tiempo devoraba mí tiempo, el reloj apresuraba su paso, y cuando era las 6:45 AM me convertí en el hombre veloz. Tanto así que me bañé y apenas me peiné. Luego, cogí mis cosas y enrumbé a la universidad.
De pronto sentí que todo ese momento amargo cambió, en perspectivas positivas. Pasaba por las calles y esquinas cuando de pronto, todas las chicas me miraban y sonreían.
Fruncí mi rostro y miré al suelo, primero fue extraño, porque no entendía ese grado de simpatía tan repentino, todo ese momento me llevó a desprender una sonrisa. Era la primera vez que todas las chicas me sonreían de esa manera. Mi suerte había cambiado. Me Sentí el soltero más codiciado, deseado, ansiado, apetitoso, un hombre semental en potencia y más. Extasiado por la admiración de las damas, casi me transformo en un bailarín como Jhon Travolta.
Fue un día genial, hasta cuando llegué a
la universidad. Acudí directo al baño para acicalar mi rostro famoso, a darme unos
cuantos retoques para seguir con la buena racha de hombre pintón. Todo estaba
bien, hasta cuando me di cuenta que un pedazo de jabón estaba pegado en mi
frente. Motivo por el cual las mujeres desprendían su sonrisa.
A pesar de ello, creo haber reído demasiado en una mañana gris.
A pesar de ello, creo haber reído demasiado en una mañana gris.
** Me alegra poder saber que te encuentras muy bien !! siempre con la sonrisa y la simpatia que te caracteriza!!sigue adelante y nunca te dejes vencer!..Algun dia me gustaria poder volver a saludarte en persona,bueno siempre y cuando, me lo permitas.cdt muxoo sii!! un abrazo fuerte y continua asi, publicando y escribiendo tan bien como solo tu sabes hacerlo!:).SIEMPRE TE TENGO PRESENTE EN MIS ORACIONES! ^^
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