martes, 15 de enero de 2013

EL AMOR DE ANTAÑO





Llegaba de la universidad con un hambre voraz. Listo para involucrarme en las labores del arte culinario. Junto a esas contiendas de todos los días; entre ollas y sartenes. Pero subir hasta el cuarto piso de la casa en Piura es un duro trajinar. Sobre todo, cuando llegas a pisar los primeros 30 escalones y encuentras a la señora  Martha. Una señora de aproximadamente 70 años de edad.
No imaginé  que esa tarde se convertiría en un apropiado momento de enseñanzas  en los temas románticos. Para empezar: mi saludo de hombre amable fue Interrumpido con una pregunta. Hola hijito, ¿vives solo? La respuesta fue inmediata- Vivo con mi primo y mi hermano- y sin ninguna obstrucción  me contó que su nieta ya tenía un bebé; a demás, dejó de estudiar para ser una madre moderna. Los reclamos no se hacían esperar. Debo  confesar que las riñas fueron tan insistentes que me sentí hasta culpable y listo para ser linchado – como si fuera el padre que nunca regresó de comprar el pan- Ella mencionó que en sus tiempos prevalecía ese amor diáfano.
Mi estomago mandaba la señal S.O.S pidiendo alimentos. Todo esto se pudo calmar cuando la señora Martha  se llenó de bondad y me invitó un jugo de papaya con un apetitoso  sándwich.
Ella mencionó que ese amor de antaño, ese del ayer.  Es un claro ejemplo de un amor real.
Gracias a la experimentada “Martha”.  Pude comparar el amor en tiempos de antaño y los de hoy.
- Antes las parejas se trataban con más respeto-  de cierta forma ese hombre enamorado pedía permiso al padre para frecuentar a la bella dama. En este tiempo el padre pregunta: ¿Quien es ese tipo que esta parado en la puerta de la casa? – Es el perro grita el hermano celoso-  Pues no lo es señor. A su hija se le olvido decirle que tiene enamorado. 
En  otras épocas las parejas a menudo se mostraban más detallistas; las rosas, chocolates, canciones eran infaltables. Seguían casados y el detalle continúa  su propósito de conquista. Sin olvidar las salidas o paseos.          
 Los tiempos cambiaron y ahora las lisuras, los celos y golpes   se interpretan  como: ¡¡sí a todos les sucede!! .Años atrás – 70 y 80-  la fidelidad rebosaba. O al menos pocos cometían estos actos delictivos saca vuelteros. Pues existía una sola mujer o un solo hombre para toda la vida.
Ni que hablar del sexo. Era después del matrimonio; debías pasar las 3.000 pruebas. Incluida la del pan y agua. Abstinencia total. El  amor se alimentaba con detalles y palabras románticas.
Lo que inmediatamente refuté es que en la actualidad si lo hacemos. Pero hasta el primer año- me dijo la doña- quede mirándola y escuchando sus afirmaciones.
Ahora el físico prima antes que  los sentimientos. Las miradas a los esculturales traseros son más importantes que las canciones, palabras o acciones. “Oe varón no pasa nada con esa flaca”.  Si lupita como te decía; es muy feo para ti mamita, mejora la raza. 
Si bien es cierto la tecnología ayuda pero a veces  crea  celos y  malos entendidos. Antes las cartas de amor se refugiaban en el viejo cajón como coleccionables estupendos. Ahora las redes sociales reemplazaron esos detalles a mano escrito. Por lo que recomienda la gran  Martha que las redes sociales deben ser bien empleadas. Es decir: plasmar nuestras propias ideas.

Las tendencias musicales también dan paso al cambio  decía la doña, mientras que al fondo se escuchaba la baladas de Leo Dan ¡¡ siempre estoy pensando en ella!!            
Ese reggaetón sólo incita al sexo y a tocamientos indebidos. La juventud pasa de la discoteca al cuarto de hotel.  Todo eso se ha perdido – hizo una pausa mientras recordaba mi nombre-  y es así joven. Concluyó ella.
Me despedí, y los próximos escalones fueron de un silenció único, junto con esas reflexiones de amor pasado. Considero que muchos aún lo saben, pero pocos lo practican.  
           


Las luces están dispuestas para iluminarnos desde el pasado.
                                                                                                               Malcolm Lowry

1 comentarios:

  1. Ojala la juventud de ahora viera el amor con los ojos de dona martha y tbn con los tuyos frank,seria mucho mejor enamorarse pero sobretodo mas sano... *:)

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