lunes, 17 de junio de 2013

EL PURGATORIO



He soñado que moría, y lo más extraño es que no sabía si mi alma caería en el  cielo o el  infierno. Solo recuerdo haber  cerrado los ojos desplomándome  de forma vertiginosa, tuve la  sensación de  caer sin fondo; sin que nada me atrape, sin un suelo donde estrellarme. Así  fue hasta cuando me quedé sin voz y por fin caí en un lugar llamado el purgatorio.   
Ni en el cielo ni en el infierno, en el purgatorio, lugar de purificación y expiación. Tengo entendido que si fuiste un buen cristiano tu alma pasa directo al cielo, si fue todo lo contrario arderás en el fuego del infierno, pero he caído en el purgatorio, entonces  aquí  el alma de las personas muertas con pecados leves  necesita ser  subsanadas.

Por un momento me sentí  como Dante y Virgilio en La Divina Comedia. Cuando decidí caminar unos pasos hacia delante,  un ángel voló sobre mi cabeza y se posicionó frente a mí.
Allí estaba yo,  mi alma a punto de ser purificada, temblando de los pies a la cabeza; como pollito remojado a las  ocho de la noche. De pronto, sentí  que algo  lamía mis pies, y entre mis sueños pensé que algún muerto  me jalaba hacia los más oscuro, pero desperté y era el gato de la casa,  pasando su lengua por mis dedos  y  queriendo dormir  sobre mi  cama.            
Después de una taza de manzanilla volví a dormir.  Por segunda vez he caído en el mismo sueño y esto  ya parecía real,  el  ángel que alumbraba como la luz de la luna, 
apenas dejaba entrever su rostro, me dijo:              
“Confiesa todos tus pecados y serás llevado al cielo”. Entre el miedo y la curiosidad le dije que esas confesiones ya las había hecho en un post  anterior, entonces me respondió que últimamente algo no he confesado. Algunos pecadillos o simplemente confesiones casi secretas faltaba mencionar. Entonces le dije mirándolo al rostro.

Debo confesar que mi padre nos puso apodos a mis hermanos y  a mí,  mi seudónimo o apodo fue el chinito macalao, no sé quien carajos será macalao pero con el tiempo me fui acostumbrando- Ahora solo me dice Frank- Debo declarar que hasta la fecha (junio 2013) de forma inexplicable me gusta alguien, pero soy un tímido casi estúpido porque planeo tantas cosas y a la hora de actuar se congelan mis palabras. Confieso entristecerme por  no tener una fortuna y poder brindársela a mis padres; eso es muy duro para mí.  
Declaro a ver  caído en la curiosidad de leerme la mano con una gitana. Ella me dijo que nunca me faltará trabajo, mucho menos  un pan en la mesa, pero en el amor  estoy jodido (estoy empezando a creer eso).       
Me entristece llegar los fines de semana a casa y ver a mi padre envejecer. Después de su salida en el trabajo su vida se ha visto opacada. 
Manifiesto que cuando tenía ocho años mi madre me servía pescado, yo lo cambiaba por un pedazo de jamonada. Hasta que enfermé  y me llevaron al hospital por tener  hepatitis.         
Confieso haber hurtado de la cartera de mamá cinco soles para comprar cuentones en navidad, también revelo quedarme sorprendido como la juventud se sigue pudriendo en cosas superfluas , en cuanto al aspecto sentimental cada vez hombres y mujeres no saben lo que quieren, me parece que hay mucho bipolar en el planeta.

Soy testigo de mis  propios actos, por lo tanto quiero confesar que pasar por una universidad privada y actualmente una estatal es agotador, hasta el punto de querer renunciar, pero es mi madre quien me da valor para seguir en un mismo camino. Manifiesto que tengo miedo morir, pensar que algún día estaré en un ataúd me aterroriza, pero es parte de la vida.  A esto agrego que mucha  gente no toma en consideración que la vida es corta y cada vez pierde el tiempo  haciendo cosas estúpidas.         
Quiero confesar que el nombre de este blog “El Escribano”  en un primer momento iba llevar el nombre de “El diario de Frank” pero me acordé de un gran amigo, Nelo yarlequé, que en  algún momento dijo: pareces un escribano rayando los calendarios, señalando las próximas actividades (Por supuesto de manera informal y sarcástica).         
Manifiesto  mi deseo de querer recorrer el mundo, esos lugares maravillosos y plasmarlos en fotografías mentales, poder escribir mis viajes por aquí sería excelente.
 Estas son algunas confesiones para poder salir del purgatorio al cielo. Ahora, he mirado al ángel y me ha cogido la mano, pero cuando lo hizo, me he despertado. En ese instante  era mi hermano Alex, alertándome la hora para ir  la universidad.



Gracias por leer  algo tan personal, algunas de mis confesiones.

1 comentarios:

  1. yo opino que de pronto no te aceptan alla en el purgatorio, ni que tuvieras una carretillada de pecados graves jajajjajajajaj. Connie

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