viernes, 21 de junio de 2013

LEAMOS TUS PENSAMIENTOS


Cada vez que camino por la calle lo hago de manera pausada; si voy con una chica y empleamos una conversación agradable, son merecidos los pasos de procesión, y de manera apresurada cuando voy solo o el tiempo me ha ganado. Aparte de saludar  algunas personas por la calle, así no las conozca y solo por educación, siempre me hago la misma pregunta ¿¡Qué piensa la gente cuando va por la calle!?            


Me supongo que muchas mujeres pensarán lo siguiente: este vestido que me puse me queda regio, o de repente. ¿Me veré bien? Me quedará el color, he subido de peso en los últimos meses, otras exclamarán ¡no! Por Dios me puse el calzón al revés, como también puede darse el caso en que muchas personas, hombres o mujeres. Piensen en posteriores  tareas laborales o educativas.
Aprovechando ese encuentro frente a frente con la ventana de alguna casa o carro para utilizarla como espejo y afirmar si salieron bien vestidos. 


En el caso de nosotros los hombres- al menos yo-  pienso en muchas cosas: por ejemplo revisar mentalmente si deje la plancha desenchufada, si hice la tarea, si me eche desodorante, si hay algo  extra por hacer, revisar mi billetera, como también pensar en mis próximas entradas en el blog.  
 Por consiguiente, opino que ese trayecto empleado en caminar hacia nuestro destino, nos obligan a buscar muchas soluciones rápidas. Nos convertimos en maquinitas andantes. Hasta movemos las manos, hablamos en voz alta sin mirar a nuestro alrededor, y la gente se preguntará. ¿Y éste? Es un loco.           

En mi trayecto a la universidad he mirado a mucha gente, y creo haber podido leer los pensamientos; al menos haber acertado con algunos. Y es que salimos a la calle con una cara de pocos amigos o unos semblantes resplandecientes y nos damos cuenta con qué problema o alegrías cargamos.
 Hace días he podido ver rostros de amanecida, rostros con mal de amores y preocupaciones.  Considero que la vida nos tiene  diversos retos, pero nos estresamos tanto con  ideas malas; sobre todo crueles, que finalmente, permitimos que estas invadan  nuestras vidas, cambiando el ánimo y entonteciendo el  rostro.           

Y tú ¿Qué piensas cuando vas por la calle?


1 comentarios:

  1. Voy pidiéndole a Dios que no me vaya a pasar nada malo

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