Él, tiene a su lado a la mujer que yo quisiera tener. Llena de gracia,
cariñosa y atractiva. Mujer
que despierta candor en momentos jocosos. Ella, la que despierta en mí,
a un vivaracho, atento, y pícaro galán. Presto a convertirme en su fiel compañero,
capaz de someterme a sus bajos instintos. E incapaz de trascenderlos.
El pasado sábado mientras
paseábamos y reíamos de lo más cool. Él, un sujeto que no tiene verbo ni predicado para tratar a las mujeres. La llamó a su celular para herirla una vez más, sólo
escuche ese típico cuchicheo del
enamorado jefe-vigilante. Luego ella empezó a llorar. Pero por supuesto, el pañuelito andante listo para secar las lagrimas. “Yo pe”. Si el
hombre que tiene luz roja y ámbar en
el semáforo. Que no hay como encienda el color verde para poder pasar hacia su corazón,
decirle; ¡¡yo soy!! El que desea expresar sus sentimientos, aquí estoy “yo” para hacerte reír
una vez más. Y no es que me crea Luis Fonsi porque no canto ni la cucaracha ni los pollitos
dicen. Pero, Aquí estoy.
Yo anhelaba despojar de su
memoria, esa idea del súper archi mega amigo para conquistarla.
Por si fuera poco el problema eran las amiguitas que no ayudaban hacer meritos; ellas creían en los disque hombres diferentes.de alguna manera le inculcaban esas estupidas ideas.
Referente a eso hace tres días en la madrugada, leía esos ridículos test esotérico del amor y la pareja perfecta, donde las chicas respondían. Me gustan los hombres que sean atentos, que me quieran, no importa que no tengan dinero, que sean caballeros. No me interesa el físico. Finalmente ellas deseaban encontrar a ese hombre galante que no las maltrate. La cual despertó un paradigma en saber si eso realmente cierto.
Y es cuando el diablito irreverente escribe - sin ningún inconveniente- es mentira. La situación es distinta y para muestra un botón de lo que alguna vez fui testigo. La mamá cuestionaba a panchita con voz abrumadora. Andas con ese negro, feo, parece el mono chita, cuerpo de anguila. ¿Qué? ¿Trabaja lavando mangueras por dentro? Tienes que mejorar la raza hijita, ya el material se está caducando, el queque se está quemando. A demás, Mejor es Rodrigo, el ricachón, agringado y zapatón, etcétera. Bueno, no es que este en contra de los gringos pero, creo que la mamá de panchita debió fijarse en un hombre que la ame, no en alguien estético y superficial. su esposo la dejó sin importarle nada.
Referente a eso hace tres días en la madrugada, leía esos ridículos test esotérico del amor y la pareja perfecta, donde las chicas respondían. Me gustan los hombres que sean atentos, que me quieran, no importa que no tengan dinero, que sean caballeros. No me interesa el físico. Finalmente ellas deseaban encontrar a ese hombre galante que no las maltrate. La cual despertó un paradigma en saber si eso realmente cierto.
Y es cuando el diablito irreverente escribe - sin ningún inconveniente- es mentira. La situación es distinta y para muestra un botón de lo que alguna vez fui testigo. La mamá cuestionaba a panchita con voz abrumadora. Andas con ese negro, feo, parece el mono chita, cuerpo de anguila. ¿Qué? ¿Trabaja lavando mangueras por dentro? Tienes que mejorar la raza hijita, ya el material se está caducando, el queque se está quemando. A demás, Mejor es Rodrigo, el ricachón, agringado y zapatón, etcétera. Bueno, no es que este en contra de los gringos pero, creo que la mamá de panchita debió fijarse en un hombre que la ame, no en alguien estético y superficial. su esposo la dejó sin importarle nada.
Retomemos la historia. Estaba
parado junto a ella y cerca al paradero cuando de pronto llegó, ÉL, sí, él. El siempre ridículo y chocante de su enamorado, le dijo: “vamos rápido que me hago tarde”. Impávido, me paré y le dije con voz de coronel del ejercito
peruano; Hey tú, perfecto imbécil, poco hombre. Me das pena que teniendo a una mujer maravillosa. Actúes con simpleza, ella que se
merece el respeto, tiene derecho a ser amada pero no por ti, un desgraciado
poca cosa. De pronto… un silencio llegó a rebalsar el barullo
automovilístico.Apareció el suspenso, pasaron lentamente tres
segundos, cuando sentí gritar en mi oído a un irritado taxista: “Oye, has comprado la calle o te la vas a
llevar a tu casa, apura pe, pasas o te paso el carro”. Imaginé tanto que parecía real, Yo volví al presente, cuando se esfumó ese pensamiento y las ganas de decirle a ese patán .me enamoré de tu
enamorada. rápidamente regresé a verla. Pero ella estaba junto a él, en un taxi color rojo. Ella gritándome, chau mañana nos vemos. El silencio me mataba cuando mas se alejaba, ¿Está bueno seguir con lo mismo o renunciar?...
“Desde que la he conocido, ha vivido en mi corazón sin pagar alquiler”.
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