miércoles, 8 de mayo de 2013

INTENCIONES FALLIDAS.





Cuenta la historia que en el viejo y lejano oeste, en el siglo XIX durante la expansión de los Estados Unidos de América.  Existía en un pueblito llamado la Alborada; un lugar  de construcciones campechanas, acogedoras y con gente hospitalaria. Aquí  vivía  un tipo llamado Héctor. 
Enamoradizo, romántico, algo desafortunado en el amor, trabajador pero no muy adinerado.Y  su historia empieza a relatarse cuando se enamoró de Alejandra una hermosa india que rechazó muchas veces su amor,  convirtiéndolo  en  títere de sus propios sentimientos. Yo creo que Héctor, vendría hacer ese personaje que alguna vez fuimos.     
Por ejemplo: Muchas veces me ha gustado alguien y hasta podría decir que me ha  encantado, sin embargo no fui correspondido. La primera ilusión ocurrió así: Cuando estaba en la primaria me gustaba, o mejor dicho, me ilusionaba la profesora de educación física, se llamaba Yacky. Cabello negro  crespo y un lunar en el rostro que era la sensación junto a su mirada. y claro, entre otros atributos que siendo un  niño con alma inocente no le das importancia, hasta que tienes un blog, recuerdas ese cuerpo espectacular     y lo escribes.  
Ya que hablamos del colegio, estuve alguna vez en plan conquista con (S.M)  Una niña muy simpática, que provocó la distracción  grave, provocando un estado de coma en mi curso de matemática. Era tanto el idilio prematuro que hasta solía rosearme el perfume de mi padre para que ella olfateara mi camisa blanquita.  Hasta que dejé de peinarme con tanto esmero, y por último dejar el rico perfume ya que a la nena  la cambiaron de asiento. A lo cual llamo intenciones fallidas.Cuando la ilusión no se hace realidad debido al rápido  actuar.  

De mis intenciones fallidas siempre me acordaré de la universidad, cuando para muchos lo nuestro era sólo un juego, diversión, choque y fuga. Pero para nosotros dos era amor. Pero, quién no ha tenido varias intenciones fallidas, nos dejamos llevar por la drástica  ilusión. Vemos espejismos de oportunidades cuando aún falta conocernos. Es por eso que hoy puedo asegurar, que “yo” era de esas personas que se ilusionaban rápido;  como esos aspavientos de amor de forma estrepitosa capaces de controlar tu razón.        
Pero, la vida y los sabores amargos de limón podrido me hicieron cambiar de parecer. Por ejemplo: Comprendí que no siempre la chica linda, espectacular, con características   atrayentes, iba a estar conmigo desde el primer momento. Porque el amor es un proceso, de conocerse, conquista- entre ambas partes- de la misma manera una sinceridad única entre dos personas, que si no funciona lo dejamos en one. Sin perjuicio alguno.
Por lo tanto,  para no caer en una  intención fallida, siempre es bueno aparte de echarte perfume, talquearte y bañarte. Conocer bien a esa persona.  

1 comentarios:

  1. La mayor parte del tiempo saltamos de una a otra intencion fallida y no solo en el amor Angel.

    ResponderEliminar