Primero debo de extender muchas disculpas por mi ausencia desde el último Post. En realidad la vida de cualquier
universitario es tediosa, complicada y
angustiosa en la parte final del ciclo..
Sigo respirando el frío de la madrugada mientras observo mi computadora, bebiendo una taza de café para poder exprimir el tiempo y realizar mis trabajos salvadores. Aunque muchas veces he sido tentado por los llamados de mi cama, tal vez sea mi imaginación pero hasta he podido escuchar las canciones de cuna en mi mente; Levantándome dos horas después, sobresaltado y con una cargo de conciencia por quedarme dormido.
Por si fuera poco, he dejado a modo de pausa este Blog. Como también muchos libros que lloran como niños por ser leídos, huérfanos de esa necesidad me comprometo a leerlos todos en las próximas semanas de vacaciones. Por los tanto aprovecho estos 60 minutos de descanso para camuflarme en la biblioteca de mi facultad y poder escribir sobre las expectativas y realidades que tiene la vida.
Tal parece que todo va bien. Conociste a alguien y automáticamente tu mente vuela, sin importarle, que tan estrepitoso sea el momento creamos ideas subjetivas.
Por mi mente han pasado citas perfectas, novelas con finales felices. He creado y sigo creando muchas ideas perfectas, sin embargo en muchas ocasiones se han convertido en ideas fantasmales, por no decir en cojudeces imaginarias.
Aquí algunas ideas de expectativa y realidad:
Expectativa: Esperar un mensaje de la chica que te gusta.
Realidad: Suena el celular y recibes un mensaje de la compañía telefónica diciendo “Le falta cuatro días para cancelar”
Sigo respirando el frío de la madrugada mientras observo mi computadora, bebiendo una taza de café para poder exprimir el tiempo y realizar mis trabajos salvadores. Aunque muchas veces he sido tentado por los llamados de mi cama, tal vez sea mi imaginación pero hasta he podido escuchar las canciones de cuna en mi mente; Levantándome dos horas después, sobresaltado y con una cargo de conciencia por quedarme dormido.
Por si fuera poco, he dejado a modo de pausa este Blog. Como también muchos libros que lloran como niños por ser leídos, huérfanos de esa necesidad me comprometo a leerlos todos en las próximas semanas de vacaciones. Por los tanto aprovecho estos 60 minutos de descanso para camuflarme en la biblioteca de mi facultad y poder escribir sobre las expectativas y realidades que tiene la vida.
Tal parece que todo va bien. Conociste a alguien y automáticamente tu mente vuela, sin importarle, que tan estrepitoso sea el momento creamos ideas subjetivas.
Por mi mente han pasado citas perfectas, novelas con finales felices. He creado y sigo creando muchas ideas perfectas, sin embargo en muchas ocasiones se han convertido en ideas fantasmales, por no decir en cojudeces imaginarias.
Aquí algunas ideas de expectativa y realidad:
Expectativa: Esperar un mensaje de la chica que te gusta.
Realidad: Suena el celular y recibes un mensaje de la compañía telefónica diciendo “Le falta cuatro días para cancelar”
Expectativa: Invitar a la chica que te gusta,
ella y tú. Solos un fin de semana. ¡¡Perfecto!!
Llegó el día y te pusiste la
mejor vestimenta, te bañaste, y preparaste lo mejor de tus argumentos de tipo poeta y galán.
Realidad: Llegó el día y ella te dice que tiene mucho que hacer. Por lo tanto, no puede ir a tu invitación. Peor aún te inventó que murió su gatito.
Realidad: Llegó el día y ella te dice que tiene mucho que hacer. Por lo tanto, no puede ir a tu invitación. Peor aún te inventó que murió su gatito.
Expectativa: llegar a la fiesta en donde eres invitado, sentarte y tomar un
trago. De pronto muchas chicas te
observan minuciosamente, ellas se preguntan ¿Quién es el hombre guapo de la
fiesta?
Realidad: En la fiesta, solo en un rincón, las chicas se preguntan a qué hora vienen los hombres guapos.
Realidad: En la fiesta, solo en un rincón, las chicas se preguntan a qué hora vienen los hombres guapos.
Expectativa: Esperar la mejor nota del
curso, porque te desvelaste incansablemente estudiando día y noche. Cumpliste
cada una de las exigencias, repasaste a cada detalle la lección.
Realidad: Te quedaste dormido y no fuiste a tu examen.
Realidad: Te quedaste dormido y no fuiste a tu examen.
Expectativa: Comprarte la mejor camisa para la
próxima fiesta de cumpleaños.
Realidad: tu y 10 amigos más tiene el mismo color y modelo de camisa, y por si fuera poco todos te dice a modo de burla “En que grupo van a tocar”
Realidad: tu y 10 amigos más tiene el mismo color y modelo de camisa, y por si fuera poco todos te dice a modo de burla “En que grupo van a tocar”
Expectativa: Llegar a casa y comunicarle a tus padres que tienes novia
desde hace dos meses.
Realidad: Tu madre gritándote ¡¡¡ni sabes lavar tus calzoncillos y quieres mujer!!!
Expectativa: Hacer amanecida de estudio con tu grupo.
Realidad: Tú y tu grupo roncando sobre los muebles de la sala.
Realidad: Tu madre gritándote ¡¡¡ni sabes lavar tus calzoncillos y quieres mujer!!!
Expectativa: Hacer amanecida de estudio con tu grupo.
Realidad: Tú y tu grupo roncando sobre los muebles de la sala.
Me parece que es bueno poner a volar la
imaginación, No obstante y para no alucinarnos, debemos permitir que los
acontecimientos se den por si mismo, así no nos decepcionaremos lo más pronto posible
(Desde ahora repetiré esto con más
frecuencia)
P.D. Muchas veces las cosas no suceden como uno quiere.
Expectativa: Pensar que aquel a quien le pediste disculpas pronto va a escribirte y todo se aclara
ResponderEliminarRealidad: Para ese chico no existes (A)