miércoles, 28 de noviembre de 2012

HOMBRES + COMPRAS = DOLOR DE CABEZA



Era una de esas oportunidades para sorprender y hacer feliz a mamá; Ellas son especiales, mujeres que sin importar lo mal que  te portaste  siguen siendo condescendientes, son símbolo de realidad natural
Después de tiempo era hora…. Se presentó  una situación en la que veía gordita mi billetera, y debía priorizar en mis gastos el resplandeciente amor maternal.                      
¿Pero, qué  comprar  a mamá? O peor aún, cuestionar la preferencia de las mujeres, es como pedirle al hombre que corra en  tacos, o increíble Hulk que se ponga sostén, es una tortura en la silla eléctrica.   Quiero decir. ¿Qué les gusta a las mujeres?           
Nosotros lo hombres vamos de compras  y sólo tenemos como respuesta un  “Sí “.Pues la vendedora nos dice: joven este pantalón. Esta camisa, estas medias  y decimos. Si, si, si, si y si.  
Llegamos a la tienda y nos sentimos culpables probándonos miles de camisas y pantalones. Al final, la vendedora se impacienta y con voz irritada  dice: si joven, le queda perfecto.  A demás con la lavadita se estira o quizás se encoge, en realidad le va entallar bien. Muy aparte de terminar ajustado como un tamal, está el condenado, perverso y malvado maniquí. En todo el centro comercial  ellos se exhiben de pie, otros sonrientes (como burlándose)  diseñados con cuerpos atléticos, Listos para transmitirte la irreverente idea. ¡¡¡¡ Te quedará exactamente igual.  hasta mejor!!!!.             
Pese hacer un bisoño en compras, he logrado hacerlo en tiempo récord  Mi última compra fue de cinco minutos, sólo  bastó decirle a la vendedora:
Buenos días, me llevo esto, ¿cuanto es? Y gracias totales. En cambio,  las bellas damas sí que son  historia aparte, muy fieles a su estilo. Ellas ven colores, gustos, modelos, etiquetas, analizan la fibra del hilo, la resistencia de la tela, detalles del acabado; se prueban y re- vuelven a probar el vestido. En consecuencia. Ese fructífero deseo por ver a mi madre feliz. hizo que acudiera al  centro comercial.
Para ese entonces ya había pensado mil veces que le podía comprar.  El regalo sería “un lápiz de labio y una refrescante colonia”.  Esas que relajan después del baño.
Fui a la tienda, la cual estaba ocupada por muchas mujeres, me paré  frente al vendedor y le dije: señor buenos, días ¿Tiene lápiz de labio y colonia de mujer?. De pronto ocurrió un lapsus estrambótico. Tanto así que en cinco segundos ya tenía todas las miradas homofóbicas frente a mí, los murmullos no se hicieron esperar; La cajera se quiso reír, la vieja de la esquina  me miraba el trasero.  Pensé en salir rápidamente de esta embarazosa situación. Sólo me quedó tomar aire y luego toser  para decir con voz de machazo. “Es para mi mamá”
La moraleja está en aclarar para quien es el regalo, antes de pedirlo…Mencionar algo como: Quisiera para mi mamá, o  busco para mi mamá, abuelita o tía.  para nosotros los machos las circunstancias nos obligan actuar de manera acelerada. 
Por otra parte, No es necesario que sea su cumpleaños para obsequiarle algo a mamá.  Tampoco tiene precio su sonrisa. Así sean el detalle más sencillo, ella te lo agradecerá con su inmenso cariño. Te exhorto a que lo hagas, “sorpréndela”     
Afortunadamente no fui a buscar tangas brasileñas para  regalarle a una amiga de la universidad.

“El amor de una madre es el combustible que hace que un ser humano logre lo imposible

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